Blackberry sigue inovando en sus diseños, hace tiempo se paso al táctil con los terminales Storm y Storm II, y lo ha vuelto a hacer, pero en este caso, desde mi punto de vista, lo ha hecho bien, sin dejar de lado el teclado, sino, con un diseño slider, con teclado qwerty completo, es decir, un todo en uno. Además, viene con el sistema operativo BlackBerry 6 debajo del brazo.
Las medidas no están mal, con 111 milímetros de largo, 62 de ancho y tan sólo 14,6 de profundidad, teniendo en cuenta que es slider, es un tamaño muy recojido, lo que si se excede un poco, pero como casi todos los modelos de RIM, es en el peso, con 161gr.
La pantalla es de 3,2 pulgadas, TFT táctil con tecnología capacitiva, con una resolución HVGA+ a 360x480 píxeles, quedándose muy atrás en relación al iPhone u otros smartphones de gama alta del mercado, pero en realidad, Blackberry lucha en este mercado por otros motivos. Como los terminales de gama alta de RIM, dispone de conectividad 3G, HSDPA, EDGE y UMTS, además de WiFi b/g/n, bluetooth 2.1.
Como características técnicas, tiene una cámara de 5 megapíxeles con flash led, estabilizador de imagen y autofocus, y gracias a la antena GPS integrada permite el geoetiquetado. Conector de audio jack de 3,5mm. Con 4GB de memoria interna y ranura para tarjetas microSD/SDHC, soportando hasta 32GB. En cuanto a memoria RAM, dispone de 512MB y un procesador a 624Mhz. Su batería es de 1300 mAh, que según BlackBerry, podremos conversar 5,8 horas y reproducir vídeo durante 6 horas. Habrá que esperar para comprobarlo.
En mi opinión, RIM acierta con este terminal, ya que los terminales BlackBerry siempre se han caracterizados por su teclado qwerty completo, o reducido en caso de las Pearl, y no por las pantallas táctiles. En esta caso, utiliza una pantalla táctil sin olvidarse de su verdadera seña de identidad. Punto a favor. A esto le sumamos el potente sistema operativo en su versión 6, y sale una máquina a tener en cuenta.
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